Descubren "lago de lava" en el fondo del cráter del volcán Tungurahua
El Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional de Ecuador advirtió de la presencia de un pequeño "lago de lava" en el fondo del cráter del volcán activo Tungurahua que, si acumula volumen, podría derramarse por el flanco noroeste de la montaña.
Un último informe especial del IG señala que nuevas imágenes de satélite han permitido mostrar la presencia de una pequeña acumulación de lava en estado líquido en el fondo del cráter del volcán.
Además, señala que "la presencia de lava en estado líquido a nivel del cráter es representativa de un menor contenido de gases en la mezcla magmática, con lo cual el nivel de explosividad de las erupciones en este escenario sería bajo y no representaría una amenaza" para otras zonas de la montaña.
El IG no descarta que la actividad del volcán podría generar, eventualmente, "grandes columnas eruptivas de ceniza, que serían transportadas en dirección del viento predominante" o "erupciones explosivas grandes" o la posibilidad de una "emisión moderada de ceniza y un retorno paulatino a la normalidad".
La semana pasada, el Tungurahua, de cinco mil 16 metros de altura, experimentó un nuevo ciclo de su proceso eruptivo que empezó en 1999 y que, desde entonces, ha intercalado periodos de gran actividad y lapsos de relativa calma.
Un último informe especial del IG señala que nuevas imágenes de satélite han permitido mostrar la presencia de una pequeña acumulación de lava en estado líquido en el fondo del cráter del volcán.
Además, señala que "la presencia de lava en estado líquido a nivel del cráter es representativa de un menor contenido de gases en la mezcla magmática, con lo cual el nivel de explosividad de las erupciones en este escenario sería bajo y no representaría una amenaza" para otras zonas de la montaña.
El IG no descarta que la actividad del volcán podría generar, eventualmente, "grandes columnas eruptivas de ceniza, que serían transportadas en dirección del viento predominante" o "erupciones explosivas grandes" o la posibilidad de una "emisión moderada de ceniza y un retorno paulatino a la normalidad".
La semana pasada, el Tungurahua, de cinco mil 16 metros de altura, experimentó un nuevo ciclo de su proceso eruptivo que empezó en 1999 y que, desde entonces, ha intercalado periodos de gran actividad y lapsos de relativa calma.
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